En este mes de mayo hemos visto como los ciberataques se han hecho más fuertes que nunca, y han golpeado a organismos y edificios públicos oficiales. La fuerza con la que lo han hecho ha sido muy severa, ya que se ha llegado a paralizar las actividades de muchos hospitales o registros de la propiedad españoles.
Si nos hubieran dicho que esto sucedería hace muchos años, cuando empezamos a adoptar masivamente los ordenadores en los organismos públicos, así como en la empresa privada, hubiéramos dicho que los antivirus nos protegerían. Y esto era cierto para aquella época, en la que el Internet era bastante inaccesible.
Pero el tiempo avanza, y durante los últimos quince años, hemos vivido una revolución tecnológica que ha llevado los ordenadores a nuestras manos, en forma de Smartphone. Los ordenadores también han evolucionado, y ahora son más rápidos, eficientes y seguros que antes.
Además, con el aumento de la interconectividad, la globalización y la comercialización digital, se ha avanzado mucho en sistemas basados en la nube. Y también ha hecho a aparecer una ciberdelincuencia, que siempre ha existido, pero es ahora cuando más sale a la luz, ya que sus ataques están siendo exitosos.
Pero lo que también avanza es la capacidad de ciertas personas para conseguir descubrir los huecos de seguridad de los sistemas operativos, para lanzar a través de estos ataques a gran escala. Esto sobre todo es así después del dos mil quince, cuando Microsoft publicó de manera gratuita para la mayoría de usuarios, su nuevo sistema operativo Windows 10.
Dejando de lado el venerado y famoso sistema Windows XP. Es imposible no acordarse de este sistema operativo, ya que todos lo habremos utilizado en algún momento de nuestra vida. Y es difícil no recordar que la mayoría de empresas basaron sus sistemas informáticos en reden la versión Windows XP Server.
Esta versión se ha visto relegada por Microsoft, que busca que las empresas migren a sistemas operativos más modernos. Pero han dejado de dar actualizaciones de seguridad al Windows XP, y esto ha sido aprovechado por los hackers, quienes han creado el ransomware (supuestamente de origen norcoreano). Este virus es el que en el mes de mayo ha tumbado la mayoría de sistemas informáticos estatales.
Las protecciones de las grandes empresas
Las grandes empresas tienen en sus equipos informáticos a verdaderos expertos que se encargan de proteger los datos confidenciales, de clientes y de proyectos. Estos equipos están integrados por antiguos hackers, como Chema Martínez, y son famosos por dar cobertura a las defensas que antes buscaban romper.
Pero principalmente, las empresas tienen pólizas de seguro multimillonarias, que llegan a cubrir datos valorados en cien millones de euros. Las aseguradoras especializadas en protección tecnológicas son muy cautelosas a la hora de proponer pólizas de este tipo. De hecho, todavía no se conoce en profundidad la protección, y tampoco existen estadísticas sobre las que poder fijar sus precios.
Lo que sí que cabe destacar es el esfuerzo de algunas pymes por proteger los datos de sus clientes. Son sobre todo empresas con grandes bases de datos de clientes, con resultados contables que no pueden salir a la luz, y con información competitiva que podría afectar a su competencia. Es el caso Grindex, una empresa líder en la fabricación de bombas electro sumergibles que distribuye sus productos a través de la mercantil Técnica de Fluidos, quien tiene entre sus valores empresariales el de asegurar la confidencialidad de las informaciones dadas por el cliente.
Para finalizar diremos que, seas un empresario con una gran empresa, o dirijas una pyme, la protección de los datos personales de clientes, empresas e incluso la información de la propia empresa, es esencial para cumplir con la Ley de protección de datos