Quien siga pensando a estas alturas de la vida que acudir al psicólogo está de más, no tiene ni la más remota idea de en qué mundo vive. Por descontado, personas que opinan de ese modo no suelen operar en su vida diaria con valores como la empatía, así que malas consejeras van a ser para cualquier asunto que les podamos llegar a comentar. Y es que no, acudir al psicólogo no está de más. Es simplemente una necesidad que tenemos todas y cada una de las personas que formamos parte de este mundo, aunque no nos lo creamos.
Hay algunos datos de los que vamos a hablar a continuación y que muestran por qué es necesario que una figura como la del psicólogo o psicóloga exista y, además, que se encuentre cerca de nosotros o nosotras. Estos datos son los que siguen:
- Según una información publicada a finales del año 2021 por la página web de RTVE, más de dos millones de personas en España estaban sufriendo depresión y un 5% tenía diagnosticado este problema. Fijaos en que la noticia le echa la culpa de esto a la pandemia pero que prácticamente ya estábamos saliendo de esa pandemia. Es decir: hay más cosas que provocan depresión, no solo es un asunto que esté ligado a los sucesos tan excepcionales que ocurrieron desde marzo de 2020.
- Otro problema que está ligado a todo lo que guarda relación con lo que venimos comentando es el estrés. Según la web del Observatorio RH, el 45% de los empleados sufre estrés laboral, lo que deja claro que trabajar engloba una serie de riesgos y que las empresas se tienen que interesar en la resolución de esos problemas puesto que de eso va a depender la felicidad y la motivación de las personas que conforman sus plantillas.
Y podríamos hablar de los datos que nos dejan otro tipo de problemas como la ansiedad, que también está en aumento y que también encuentran el trabajo una de sus principales razones de ser. La tendencia en todas aquellas problemáticas relacionadas con enfermedades mentales está al alza, y lo está en unas proporciones que nos hacen saber que debemos tener cuidado con estos asuntos y proporcionar a la ciudadanía las soluciones para intentar mitigarlos. Al menos, en los últimos años se ha empezado a avanzar en algo: el hecho de reconocer que existen estos problemas y que son bastante más comunes de lo que siempre hemos creído. Ese es el primer paso, sin duda, para que intentemos resolverlos.
Teniendo en cuenta el aumento espectacular de casos de depresión, ansiedad o estrés, a nadie debería sorprenderle el hecho de que los servicios ofrecidos por psicólogos y psicólogas se hayan incrementado tanto en los últimos años. Este tipo de problemas afecta al conjunto de la sociedad y, de acuerdo con los casos atendidos desde Terapia Psi, podemos decir no hay un tipo de público que sea el más afectado por alguno de estos problemas. Esto nos hace ver claramente la dimensión del problema y lo necesario que realmente es el trabajo de todas aquellas personas que han sido formadas y trabajan en el campo de la psicología.
¿Podemos padecer ansiedad, depresión o estrés sin saberlo?
Esta es una pregunta que cada vez se repite con mayor frecuencia entre personas de todo tipo. Y la respuesta es que sí, que es posible padecer uno de estos problemas sin que seamos conscientes de ello. De hecho, todavía son muchos los hombres y mujeres que se sorprenden cuando alguna persona especializada en psicología les diagnóstica alguno de estos problemas. Y es que estas cosas nos van carcomiendo silenciosamente por dentro. Por eso es tan importante que acudamos al psicólogo, ya que gracias a eso conoceremos que tenemos un problema y podremos ponerle una solución. Si no hacemos esa visita, el problema persistirá y será mucho más complicado poder solucionarlo.
Por supuesto, nadie tiene de qué avergonzarse cuando padece un problema así. Ya habéis visto cuáles son los datos y la enorme cantidad de gente que padece alguno de los problemas de los que hemos venido hablando. Por tanto, debemos hacer todo lo posible por no padecer problemas como de los que estamos hablando porque se trata de asuntos que debilitan mucho la moral de las personas, hasta el punto de convertir en desgraciada la vida de las mismas si no le ponemos solución a esos problemas.
Todos y todas necesitamos de la ayuda de un profesional de la psicología. Quizá no ahora, pero sí en otro momento de nuestra vida. Nunca hay que cerrarse puertas, especialmente si estas nos conducen a una mejora de nuestra calidad de vida. Ojalá la vida fuera perfecta. Ya sabemos que no lo es, pero tenemos la capacidad de reconducirla a través de una persona o grupo de personas que, a través de su conocimiento de la mente humana, nos pueda asesorar. Y esa puede ser la mejor inversión que hagamos a lo largo de nuestra vida.