Se acerca el otoño y con ello la entrada paulatina del frío. Ahora mismo se están registrando mucho gasto de luz y unas facturas energéticas con unos precios desorbitados. En el artículo que te traemos a continuación vamos a estar viendo algunos trucos para evitar encender la calefacción en exceso durante el otoño y porque no, se puede aplicar al invierno.
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Extrae el aire de los radiadores
Una de las acciones que no pueden pasar por alto para ahorrar en la factura de la luz y sacar el máximo rendimiento a la calefacción es extraer periódicamente el aire que se acumula dentro de los radiadores.
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Cambia la caldera por una de bajo consumo
Hay que instalar una caldera óptima para que el ahorro se consiga. Hay calderas de bajo consumo y estas suponen una gran inversión inicial, pero con el tiempo, vas a notar un gran cambio en las facturas de la luz. Estos son equipos muy eficientes, por lo que son capaces de generar la misma energía consumiendo menos gas.
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No cubras los radiadores
Esta es una práctica bastante habitual a pesar de ser bastante perjudicial para el consumo diario de los radiadores. Cubrirlos con ropa húmeda es todo un error que puede aumentar notablemente la factura eléctrica. La ropa forma una barra térmica, lo que hace que estos aparatos tengan que trabajar el doble para llegar a alcanzar la temperatura deseada.
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No enciendas el radiador en una habitación vacía
La práctica habitual es encender un calefactor por habitación aunque no haya nadie. Para evitar un consumo mayor y desperdicio energético, es aconsejable apagar estos que no se usan. Con esta medida conseguirás evitar sobre costes no deseados en la factura mensual del gas o de la luz.
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Realiza labores de aislamiento en puertas y ventanas
Aislar puertas y ventanas puede marcar un antes y un después en el consumo de energía. Es importante saber que el calor siempre tiende a expandirse hacia los espacios más fríos. Un buen truco para evitar que se escape a través de las puertas y ventanas es apostar por un buen aislamiento. Utiliza burletes, alfombras, esterillas en los huecos de las ventanas y puertas.
Sin embargo, lo más sencillo es apostar por ventanas de calidad. “En el caso de las ventanas, si son de doble cristal o de PVC la pérdida de energía se puede llegar a reducir hasta un 50%. Y esto se traduce también en un descenso importante de las facturas”, explican desde Crearsur, empresa de ventanas PVC en Granada.
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Ventila la casa todas las mañanas
Es cierto que en invierno cuesta más abrir las ventanas y enfrentarse al frío, pero es necesario ventilar la casa. Y es que es necesario para la salud porque permite regular la humedad, oxigenar el aire y reducir el polvo, tal y como confirma en un artículo sobre la ventilación en Saber Vivir.
Y para ahorrar lo mejor es abrir las ventanas en las primeras horas de la mañana con las persianas subidas durante 10 minutos aproximadamente.
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Utiliza correctamente persianas y cortinas
Otro de los trucos para ahorrar en la calefacción es usar de forma correcta las persianas y cortinas Es importante mantener las persianas bien subidas en los días más soleados para que la habitación se caliente más fácilmente. En el caso de las cortinas, si se usan correctamente, actúan a modo de aislante del calor en las ventanas, protegiendo que no se escape tanto el calor a través de ellas y no entre el frío exterior.
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Ayúdate de paneles reflectantes detrás de los radiadores
Utilizar paneles reflectantes no es de las mejores soluciones ni la más estética pero sí que es un remedio casero para ahorrar entre el 10% y un 20% en el gasto de calefacción. Colocar estos paneles por la parte trasera de los radiadores es un gran truco para que el calor no se acumule en las paredes y así se reparta por el resto de la habitación con mayor facilidad.
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Viste ropa de abrigo en casa
Si, parece algo muy evidente pero no todo el mundo cae en este detalle. Abrigarse en casa con prendas cálidas es con lo primero que se debería hacer antes de malgastar energía en la factura de la luz. Siempre que se pueda paliar el frio con prendas de abrigo, es mejor hacerlo antes de encender la calefacción si no es totalmente necesario. Además estarás ayudando a alargar la vida útil del calefactor.
Con un consumo energético menor también estarás reduciendo tu huella de carbono y contribuyendo a mejorar la salud del planeta.