Las distracciones más comunes del teletrabajo y cómo vencerlas

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Cuando hablamos de productividad y obtención de resultados, los primeros enemigos que atacan suelen ser las distracciones; y es que los ambientes de trabajo, sobre todo si trabajamos desde casa, están plagados de ellas.

Estas no suelen ser las mismas para todos. Muchas de ellas dependen de los intereses de las personas y de las condiciones particulares en las que trabajan. Sin embargo, si hay una lista de distracciones muy comunes que casi todos solemos enfrentar. Sigue leyendo e identifica las tuyas.

Las distracciones más comunes del teletrabajo

  • La televisión: cuando estamos trabajando desde casa es imposible no sentir la tentación de encender la televisión para que nos haga un poco de compañía; sin embargo, si encontramos algo de nuestro interés nos abstraemos por completo.
  • La cocina: no solo se trata del tiempo que perdemos comiendo a cada rato, si no del tiempo que podemos perder en la cocina preparando todas estas meriendas.
  • Tareas en la casa: a veces utilizamos nuestro tiempo en realizar tareas de la casa, por lo que si no establecemos un tiempo prudente para cada actividad, podemos pasar todo el tiempo trabajando en quehaceres y dejar a un lado nuestro trabajo sin darnos cuenta hasta que ya es demasiado tarde para retomar.
  • Favores a terceros: como eres el que se la pasa en casa y maneja su horario a su antojo, nunca falta la tía, abuelita, mamá, hermana, amiga, novia o cuñada que te pide un favor, insistiéndote porque “tu si tienes el tiempo”.
  • Desorganización. El desorden en el trabajo y en casa, aunque parezca ser inofensivo, termina por desenfocarte.
  • Pereza: el trabajar solo en casa muchas veces puede cansarte, te dejas seducir por la pereza y la desmotivación; y es que trabajar desde casa puede ser muy cómodo, pero también implica mucha responsabilidad y optimismo.
  • Las mascotas: aunque no lo parezca las mascotas resultan peor que las personas en cuanto a la atención. De hecho, es muy importante que si tenemos mascotas en casa, limitemos nuestro espacio de trabajo o las eduquemos para que no nos distraigan.
  • Distracciones digitales: el móvil, el correo y la Internet son las más distracciones más poderosas y atractivas porque van a todas partes con nosotros, están siempre a nuestro alcance, son muy divertidas, y nos ponen en contacto con otros. Sin embargo, son las que más tiempo hacen que perdamos al día.
  • No conocer bien tus herramientas. Cuando no conoces bien las aplicaciones y dispositivos que utilizas a diario, en lugar de estar centrado, te peleas con la configuración, con la barra de herramientas, con el formato, intentando averiguar cómo hacer esto que quieres hacer…

Pero, además de las grandes y clásicas distracciones, también sufrimos otras que están más que todo relacionadas con nuestra psiquis. Algunas de estas son:

  • Preocupaciones o Incertidumbre. Es muy común que nuestra mente se deje llevar por pensamientos pasados o sobre el futuro. Nunca estamos aquí y ahora siempre preocupados por lo que va a pasar o cómo va a ser eso que se avecina, y eso hace que no podamos avanzar en nuestro trabajo.
  • Pendientes en tu cabeza: nuestra característica de ser multitareas nos permite trabajar pensando en cosas pendientes que tenemos que hacer. El problema que entonces reaccionamos con impulso, queriendo terminarlo todo, pero al final solo logramos dejar a medias varias cosas a la vez.
  • Sentimientos personales. Tener en mente nuestros problemas personales y como nos sentimos acerca de ellos termina por embotarte la cabeza, a la vez que te aleja de lo que estés haciendo.
  • Productividad Personal. La propia productividad de uno puede llegar a distraerte si te pasas. Por ejemplo, si estás demasiado pendiente de la lista de tareas, pecas de un exceso de planificación o preparación, estás demasiado obsesionado por los objetivos, o abusas de la revisión y el análisis.

Cómo lidiar con las distracciones laborales

Ya hemos visto cuales son las distracciones con las que podemos enfrentarnos en nuestra rutina de teletrabajo, las cuales, una vez identificadas, necesitamos atacar cuanto antes para recuperar nuestra productividad laboral. Timenet, especialistas en registro de la jornada laboral y herramientas para la productividad del equipo de trabajo, nos dan algunos consejos para recuperar nuestro enfoque:

Realiza un seguimiento

Es recomendable elegir un día de la semana para llevar a cabo un seguimiento de todo lo que hacemos en el trabajo. De esta forma, podemos detectar cuáles son aquellas distracciones que están apareciendo constantemente y nos están robando buena parte de nuestro tiempo. Así, podremos distinguir cuales de ellas tienen un motivo justificado, cuáles debemos dejar para más adelante y cuáles podemos delegar a otras personas.

 Organiza el trabajo en sesiones

Conforme vamos trabajando, nuestra energía va disminuyendo y no cansamos, ocasionando a su vez que nuestro grado de concentración experimente un descenso significativo y que, a pesar de invertir mucho tiempo realizando la misma tarea, nuestra productividad disminuya.

Para evitarlo, intenta organizar las tareas del día en sesiones de 60 a 90 minutos y prémiate con un pequeño descanso programado que te ayude a desconectar y recuperar fuerzas para volver a ser más eficiente.

Aunque estos descansos pueden parecer una pérdida de tiempo, en verdad nos permiten ser más productivos y trabajar de forma más rápida que si intentamos completar todas nuestras tareas de una sola vez.

Haz una lista de prioridades

Haz una lista con todo lo que tienes que hacer cada día y elige cuáles son las tareas más importantes o que deben realizarse con mayor urgencia.

Si las terminamos de primero y luego no logramos finalizar el resto, igual nos sentiremos  satisfechos porque al menos si hemos completado lo más importante.

Programa tus distracciones

Como dicen por ahí, es inevitable caer en la tentación, Lo único que podemos hacer es tomar el control de ellas, e intentar convertirlas en algo beneficioso. Por ejemplo, tareas sencillas como contestar emails, hacer llamadas, anotar tareas en la agenda, etc., aunque son importantes, terminan drenando nuestro tiempo. Es mejor programarlas  para ciertos momentos de la jornada, de forma que no interrumpan otras tareas que estemos realizando.

Evita comprobar el correo electrónico a todas horas

Como dijimos anteriormente, la tecnología es la mayor distracción por muy necesaria que sea. En este caso, no permitas que la bandeja de entrada de tu correo te domine. Pon un horario y limita los momentos para responder, de forma que no le dejes afectar tu rendimiento.

Evita las llamadas constantes

Las llamadas de teléfono y mensajes de texto que no prevemos son los responsables de gran parte de la distracción que se contempla a lo largo de nuestra jornada. Para evitarlo, te recomendamos que apagues el móvil, o lo pongas en silencio, y pongas un buzón de voz. Incluso, hoy en día hay muchas apps que te permiten bloquear ciertas funciones de tu teléfono durante ciertos periodos de tiempo durante los cuales no quieras ser molestado.

Cierra el navegador de Internet

A todos nos pasa que a la menor oportunidad, terminamos metiéndonos a revisar nuestras redes sociales; sin embargo, debemos intentar que no se conviertan en distracciones graves. Para esto, debemos armarnos de voluntad para ser capaces de cerrar la pantalla del navegador y evitar distraernos con cuestiones que nada tienen que ver con nuestras funciones profesionales durante la realización de nuestras tareas.

Usa auriculares

Una buena opción para aislarte del ruido y realizar tus tareas más tranquilo es trabajar con los auriculares puestos. Además, también te ayudarán a evitar que la gente se atreva a interrumpirte a menos que sea algo realmente importante.

Cámbiate de ubicación

Cuando estás estresado y trabajando bajo mucha presión para terminar un proyecto, puede que te venga bien buscar un lugar solo donde puedes alejarte por completo de las distracciones y donde puedas estar más concentrado.

Si tienes una puerta, ciérrala

No todos tenemos la suerte de contar con un despacho individual con puerta propia, pero en el caso de tenerla, cierra la puerta y pon un cartel para que no te molesten. De esta manera podrás trabajar en silencio y sin interrupciones.

Cuenta a todos tus planes de productividad

Si estás decidido a acabar con tus malos hábitos y centrarte con mayor intensidad para ser más eficiente en tu trabajo, es importante avisar a todas las personas de tu entorno sobre tus intenciones.

Por ejemplo, puedes avisarle a tu familia que habrá momentos en los que necesitas absoluta concentración y que no te interrumpan, de forma que puedas trabajar al máximo hasta tu próximo intervalo de descanso. Si aplicas esto, ya verás como cada vez se entorpecerá menos tu rutina laboral.

Delega trabajo

Si sientes que igual no podrás entregar todo tu trabajo a tiempo, no tengas miedo de pedir ayuda y delegar el trabajo en otros compañeros de tu equipo.

Si no lo haces, esta carga terminará por asfixiarte. Mejor, date un descanso y delega algunas de las tareas en otras personas. De esta forma, no solamente podrás estar más relajado, sino que además tu equipo lo verá como una muestra de confianza hacia ellos y conseguirás ser más eficientes con la ayuda de otros.

 

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