España es un país que presenta defectos y todas las personas que vivimos aquí lo sabemos más que de sobra. Podríamos hacer una lista con los que más nos duelen y estamos seguros de que uno de los que no iba a faltar es el relativo a la lentitud con la que se desarrollan los procesos judiciales en el país. La verdad es que todas aquellas personas que tengan alguna queja al respecto de esto tienen toda la razón del mundo porque el asunto llega a ser realmente desesperante. No nos extraña que en esa lista de la que os hablamos la justicia tenga un papel destacado.
Afortunadamente, y a pesar de todo esto, hay maneras de hacer más rápido un proceso judicial. Hay figuras que nos pueden resultar de gran utilidad para ello y la verdad es que una de ellas es el procurador de los tribunales, encargado de obtener y presentar toda la documentación que se requiera de una manera rápida y eficaz, de tal modo que se pongan todas las piezas posibles para conseguir que el proceso se agilice. No es cómodo saber que nos encontramos inmersos en un proceso judicial que todavía no tiene resolución y que nos copa de incertidumbre. Esa incertidumbre no es una buena compañera de viaje en la vida.
Una noticia publicada en la página web El Mundo indicaba que los juicios en España se eternizan, con lo cual ya podemos asegurar que este no es ningún falso mito. La verdad es que hay que poner toda la carne en el asador para intentar paliar todos los problemas que esto ocasiona no solo para los afectados, sino también para los jueces, a los que se les acumula el trabajo sin que puedan hacer mucho por evitarlo. Está claro que potenciar el sistema judicial con más jueces sería lo ideal, pero parece que el Estado no está por la labor de hacerlo posible. Hay que aligerar el trabajo de otra manera y la presencia de un procurador es la mejor manera de conseguirlo.
La verdad es que España podría hacer algo más por disponer de más jueces en su sistema judicial. Según un informe que fue publicado en la página web Poder Judicial, España tiene algo más de 5.000 jueces mientras que Alemania, por ejemplo, tiene 19.000 y tampoco multiplica por casi 4 nuestra población. Y ojo, que un país como Polonia, que tiene menos población que nosotros, tiene el doble de jueces. Así es como se consigue que la justicia vaya más rápida. Pero, si no hay voluntad, lo que hay que hacer es confiar en un profesional que sepamos que tiene los conocimientos como para acelerar un proceso de estas características. Y ese es el procurador de los tribunales.
No es de extrañar que cada vez haya más gente que necesite de los servicios de un procurador de los tribunales. Acelerar los procesos judiciales es una necesidad tanto de los particulares como las empresas, personas y organizaciones que agradecerían algo más de celeridad en los procesos judiciales y que, cada vez en mayor medida, están solicitando la ayuda de un procurador cuando tienen un proceso judicial por delante. Así nos lo han dicho en una charla reciente los profesionales de Procuradores de Burgos.
La justicia no tiene por qué ser tan lenta
Tenemos una idea preconcebida de que la justicia es lenta de por sí. Y la verdad es que no tendría por qué ser así. En otros países, la justicia es más rápida que aquí. No estamos pidiendo que la nuestra sea la más rápida de todo el mundo, pero lo que está claro es que no podemos seguir así. Hay que dotarle de una mayor rapidez a la justicia. Es algo en lo que está de acuerdo la sociedad española al completo. Y ya sabéis que eso es realmente complicado de conseguir.
Es evidente que hay mucho margen de mejora en lo que tiene que ver con este tema, pero la verdad es que necesitamos que ese margen se cubra cuanto antes. Es una de las máximas necesidades a nivel social que tenemos en España y debemos intentar que se cubra a la mayor brevedad posible. La seriedad de un país se mide en cuestiones como de las que estamos hablando y ya es hora de que, en España, esa seriedad deje de estar en entredicho.
Muchas personas y empresas necesitan de verdad que se aceleren procesos como de los que venimos hablando porque no se puede trabajar en condiciones sabiendo que hay pendiente un proceso judicial en el que, de una manera u otra, están inmersos. Es lógico que así sea y lo lógico sería que el Estado español pusiera todos los medios para evitar que se eternizaran estos procesos, algo que, desde luego, ocurre en la actualidad con mucha más asiduidad de la que nos gustaría.
