Si pensamos en el sector del vino en España, lo hacemos teniendo la certeza de su buena fama, pero no debemos olvidarnos de que todo esto no sería posible sin empresas que fruto de su gran trabajo no solo han ayudado a la evolución del sector, también han demostrado que se podían hacer las cosas tan bien o mejor que en Francia o Italia, principales países europeos de nuestra competencia.
El presente y el futuro necesitan inversión
Una de las bodegas de más renombre en nuestro país es Bodegas Bocopa, que todos recordaremos por sus famosas cuñas radiofónicas en los programas de fútbol. El gran público los fue conociendo así, pero mucha otra gente ya sabía de su buen hacer.
Siempre buscando la calidad, apostaron por una clara evolución en su elaboración vinícola, ampliando y perfeccionando técnicamente las instalaciones, donde ahora cuentan con más de 4.000 metros cuadrados.
El contar con bodegas para recepcionar la uva, elaborar los caldos y mantenerlos debidamente, contar con cava de crianza climatizado, planta embotelladora, laboratorios para controlar la calidad del producto o incluso aulas para la cata y la formación deja claro el esfuerzo de Bodegas Bocopa por mejorar.
Además de todo esto, han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, pues la buena consideración de la marca les ha permitido tener tienda, así como establecer visitas guiadas a la bodega y enoturismo.
Bodegas Bocopa, una historia
Hablando de la importancia de “hacer marca”, está claro que en su caso es fruto de una historia que se remonta a 1987. El trabajar codo a codo con sus viticultores en las cepas para atestiguar la calidad resultante, es lo que hace tener una gran calidad final en los vinos que resultan.
Actuamente Bodegas Bocopa tienen más de 2500 ha. Al contar con un rendimiento por término medio de 3000 kg/ha, hace de ella una zona que podríamos denominar única en el planeta. Ellos cuentan con 7 bodegas asociadas capaces de producir año tras año más del 40% del vino que tiene Denominación de Origen en la provincia de Alicante.
La clara apuesta por la calidad de Bocopa podemos verla en el estricto control que tiene a la hora de elaborar todos los vinos en sus propias instalaciones, algo que no todas las bodegas tienen la capacidad para realizar. Si además de esto, se le suma la capacidad de tener la tecnología más avanzada en el sector, se asegura una gran calidad, lo que justifica esa gran fama que ha obtenido Bocopa.
En este sentido conviene no olvidar que ha obtenido la Certificación ISO, que prueba el firme compromiso de mejora en la calidad a la hora de elaborar los vinos, así como de mantener un servicio fiable y donde se han preocupado de encontrar la sostenibilidad ambiental, algo básico en toda bodega que quiera estar en lo más alto del producto nacional e internacional.
Bocopa, un ejemplo de que la unión hace la fuerza
Esta bodega nació siendo la evidencia de que muchas veces la suma es beneficiosa. Hay que tener claro que agrupan la mitad de la producción de vinos de la provincia de Alicante. Desde 1987 son cooperativa de segundo grado y elaboran caos con sus bodegas elaboradoras de Castalla, Sax, Petrer, la Romana o la Cañada.
No es cuestión solo de contar con la mejor tecnología, pero el factor humano es lo que hace que se combinen sabiamente, tanto la investigación como la creatividad en un terreno tan exigente como es el de la viticultura y la tradición en el mundo del vino.
Suficientes ingredientes como para no confiar en una empresa que actualmente es el primer grupo vinícola de la provincia de Alicante y uno de los más grandes de la Comunidad Valenciana, así como de España.
Está claro que el éxito de una Bodega no es flor de un día y que todo se consigue mediante el trascurso de los años, que son los que cimentan la buena fama de una bodega. En el mundo del vino, las prisas no suelen ser buenas consejeras y si se sabe esperar, unido al establecimiento de una buena estrategia y apostando siempre por la calidad, se puede llegar a ofrecer muy buenos productos, máxime en un país como el nuestro, que aunque en otros aspectos no tiene tanta versatilidad, sí que es óptimo.