Dedica tu tiempo de ocio a crear una de tus bebidas favoritas, la cerveza

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Cuando podemos disfrutar de nuestro tiempo de ocio, a menudo salimos con nuestra familia y amigos a tomar algo o a conocer nuevos lugares, sin embargo, en otras muchas ocasiones, simplemente nos quedamos en casa para descansar. Estas opciones son las más habituales, no obstante, no son las únicas que existen y es que cada vez es más habitual que nuestro tiempo de ocio lo dediquemos a llevar a cabo algunas tareas que hasta ahora ni siquiera se nos habían ocurrido pero que, con la llegada de una nueva moda, en la actualidad están más en auge que nunca. Os hablamos de la cerveza artesanal, un producto que lleva toda la vida existiendo pero que parece que empezamos a descubrir todavía ahora. Esta tendencia, la de cambiar la bebida de las grandes cerveceras por esta más de autor está haciendo que cada vez seamos más los que queramos probar suerte en este mundo y que dediquemos unas horas a preparar nuestra propia bebida casera. Es por ello por lo que a continuación os queremos enseñar como podemos preparar una buena cerveza en nuestros días libres.

La cerveza artesana se está convirtiendo en los últimos tiempos en un fenómeno mundial en el que los pocos maestros cerveceros, que durante décadas han aguantado la presión de las grandes industrias de la cerveza celebran la eclosión hacia esta nueva época que todavía no sabemos si es una moda o ha llegado para quedarse con nosotros. Pero por el momento, ya que está de actualidad este tema, nosotros queremos enseñaros a preparar cerveza en vuestro tiempo libre y, para ello, lo primero que debemos de hacer es acudir a Boada Tecnología para poder disponer de la maquinaria necesaria para elaborar una buena bebida con la mejor de las garantías de calidad e higiene.

Una vez tengamos la maquinaria lista en nuestra casa, necesitaremos, para hacer 15 litros de cerveza, 30 litros de agua declorada, 4,5 kilos de malta de cebada, 25 gramos de lúpulo y un sobre de levadura para hacer cerveza (no de panadería) y azúcar. Con estos ingredientes y las máquinas a pleno rendimiento ya podremos disponernos a hacer nuestros primeros litros de cerveza, por lo que a continuación os detallamos el proceso.

  • Maceración. Colocaremos durante 90 minutos la malta de cebada en una olla de agua caliente, que tenga una temperatura de entre 67 y 70 grados. Calcularemos que por cada kilo de malta se deben utilizar 3 litros de agua y tendremos en cuenta que se debe revolver para que no se generen grumos indeseados. En este paso, el almidón se transforma en azúcar y se obtiene el mosto, un líquido dulce y denso.
  • El mosto tiene que hervir durante una hora. Mientras tanto, iremos añadiendo, por partes, el lúpulo, que es la sustancia que le da el amargor y aromatiza la cerveza.Una vez hervido, la mezcla de mosto y lúpulo debe removerse para que los residuos que se generaron durante el hervido pasen al fondo de la olla y no se mezclen con el producto.
  • Tras el hervido se debe pasar la mezcla a un fermentador. Además, para hacerlo bien, la temperatura debe de descender lo más velozmente posible. Esto, en función de nuestro presupuesto se puede hacer de varias formas, desde la más rudimentaria, que sería situar la olla sobre un bloque de hielo a la más profesional, que sería el método serpentina, donde la cerveza pasaría por un tubo enrollado de cobre que esté enfriado con hielo.
  • Fermentación. Cuando ya tenemos la mezcla de mosto y lúpulo la vertemos en un recipiente para la fermentación, que puede ser un bidón de agua o una nevera de camping. En ese momento incluimos la levadura, que convertirá los azúcares del mosto en alcohol. Al recipiente tendremos que hacerle una trampa de aire para que salga el aire, pero para que no pueda entrar. La fermentación lleva aproximadamente 10 días y como resultado se obtiene cerveza sin gas. Todo este proceso se ha de llevar a cabo en un lugar oscuro y a unos 19 grados de temperatura.
  • Maduración. Una vez terminado el proceso anterior se ha de cambiar de bidón. Con ello eliminaremos toda la cama de levaduras que se formó en el fermentador y dejaremos descansar la bebida antes del embotellada. Este proceso, de una semana de duración se ha de hacer en un lugar frío para así conseguir clarificar de mejor manera la cerveza.

La carbonatación y el embotellado, los broches de oro para un buen producto

La técnica de la carbonatación natural es el último de los pasos que nos dará como resultado una buena cerveza. Se realiza con azúcar durante el embotellado. Se crea un almíbar, el cual se sitúa en el madurador antes de embotellar. Para llevar a cabo el almíbar se calcula 7 u 8 gramos de azúcar por litro. Se calienta el azúcar con una mínima cantidad de agua y se deja hervir unos minutos, tras ello, se le añade a la bebida removiéndolo con suavidad sin que la cerveza llegue a estar en contacto con el aire para evitar que este se oxide. Posteriormente, la cerveza se embotella, se tapa y luego se aguarda 10 días más para que repose.

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