Un despacho acorde a las necesidades de mi gabinete

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Uno de los aspectos clave para que la empresa que gestionemos tenga éxito es contar con un local o unos despachos que funcionalmente puedan cubrir nuestras necesidades. La cantidad de documentos y carpetas que necesitamos almacenar (que sigue siendo muy grande a pesar de que en la actualidad la informatización esté a la orden del día), y el número creciente de personas que emplea una empresa que está en constante expansión hacen que algunas veces el despacho o local en el que realizamos nuestra actividad se nos quede pequeño y nos obligue a trasladar la sede.

Hacerlo no cabe duda que supone una magnífica noticia. Sin embargo, en ocasiones supone un verdadero quebradero de cabeza. Y es que pueden surgir numerosos problemas al respecto en el momento en el que iniciamos la búsqueda, especialmente si lo hacemos por nuestra cuenta y riesgo.

En la actualidad dirijo un gabinete de abogados en Barcelona. Llevo en el puesto un total de cinco años y he sido testigo del rápido crecimiento que por suerte hemos experimentado en este tiempo. Nuestros beneficios se han incrementado del mismo modo que lo ha hecho nuestra cartera de clientes y eso ha provocado la contratación de cinco personas más.

Con cinco personas más en el local, comenzamos a tener problemas de comodidad en el trabajo. Éramos demasiados para un local tan pequeño y por ende empecé a valorar la posibilidad de trasladar la sede del negocio. Era evidente que no quería irme de Barcelona. A fin de cuentas era la ciudad en la que vivían la mayoría de mis clientes y para mantenerlos tenía que permanecer cerca. Por eso di comienzo a una labor de rastreo de despachos amplios en la urbe.

Para ello primero decidí buscar una empresa que se dedicara al alquiler de este tipo de despachos. Encontrarlo no era fácil: en la ciudad residen entidades de gran calado y eso me hacía ser negativo al principio puesto que veía complicado encontrar despachos como los que yo andaba buscando. Lo veía complicado incluso si al final me decantaba por acudir a una de esas empresas que se dedicaban al alquiler de este tipo de lugares.

Pero mi percepción cambió al encontrar www.bcndoc.com, una de estas entidades. En cuanto contacté con ellos para trasladarles mis necesidades se interesaron en mostrarme un amplio catálogo de despachos que atesoraban las características que yo necesitaba: amplitud y funcionalidad. Además, pude percibir que los precios de los alquileres eran prácticamente los mismos (e incluso inferior en algunos casos) que el del despacho en el que yo había estado trabajando los últimos años.

Nueva sede, mismo objetivo

Finalmente decidí trasladar mi centro de trabajo a uno de los despachos que me habían recomendado desde BCN Doc. Se trataba de un lugar en el que podíamos trabajar sin tener que estar hacinados y en el que teníamos la comodidad que habíamos ido perdiendo durante los años anteriores. Aunque pueda parecer una tontería, una de las cosas en las que notábamos la mejoría era el calor, que había sido agobiante en la antigua sede pero que se mantenía en su justa medida en la nueva.

El cambio de sede también lo es de miras, de objetivos en nuestra empresa. Ahora sí estamos preparados para acoger ese aumento de demanda que hemos venido experimentando en los últimos tiempos y que tanto nos ha hecho crecer. Los clientes notan que la mudanza también la hemos hecho por ellos, para garantizar su comodidad y también su privacidad (ya sabéis que al haber más amplitud, las distancias se agrandan y no tienen por qué escucharse las conversaciones del que está al lado). Esto nos permite apuntarnos un tanto con ellos, el tanto de la confianza. Un lazo, todo hay que decirlo, tremendamente complicado de conseguir.

En un entorno mucho más propicio para el desarrollo de nuestra actividad todo es más fácil. Y eso se nota en la actualidad entre la plantilla de abogados que compone mi gabinete. Y es que dar con BCN Doc fue lo mejor que nos podía haber pasado.

 

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