Somos agua, o al menos las ¾ partes de nuestro cuerpo lo es y por lo tanto, necesitamos agua para sobrevivir, porque si nos deshidratamos, morimos. Los profesionales de la salud recomiendan su consumo varias veces al día, variando la cantidad adecuada para cada uno dependiendo de su constitución o de la actividad física que realiza. Además, las necesidades de agua varían en función de lo que comemos o de la temperatura. El calor y la sequedad del ambiente, también aumentan la sed o hablar, por ejemplo. Pero lo que pocos nos cuentan, es que necesitamos el contacto con el agua para relajarnos, para sentirnos mejor a nivel físico y mental. Porque el agua, fue nuestro primer medio y del agua viene la vida. Nadar, por tanto, es una actividad fundamental, y todos deberíamos hacerlo con regularidad y no solo en verano.
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